-Lo importante no es tanto que comemos, sino con quien y cuando decidimos compartir estos momentos.
-No te prohíbas alimentos que te gustan y que sólo comes en fechas puntuales.
-Organizamos durante las comida: Hay ciertas fechas en las que sabemos que la tradición manda y las comida son mas completas y variadas de lo que estamos acostumbrados. Además es normal que queramos probarlo todo, ya que todo tienes muy buena aspecto y el anfitrión lo ha cocinado con toda su ilusión.
-Aunque te pueda parecer una buena idea, no practiques la técnica de la compensación.
Es recomendables hacer el resto de comida de forma habitual.
-Los días especiales son especiales justamente porque son días puntuales:
Un buen consejo para no excedernos con la comida durante estas fiesta es no alargar las fiestas mas allá del día señalado.
-Mira tu estómago como si fuera un deposito de gasolina.
¿De verdad tengo hambre?
-Bebe un vaso de agua antes.
Muchas veces confundimos la sensación de hambre con la sed.
-Come despacio.
Suelta el cubierto, alza la vista y descubre los sabores y texturas de cada bocado.
Toma aquellos alimentos que te gusta porque lo has saboreado y te reafirmas en tu elección; no hace falta comer sin medida. ¿Qué es lo que me pide el cuerpo?.
-Para cuando estés lleno
No cruces tus lineas rojas de saciedad. Te sentirás mas ligero y confiado de que estés comiendo como quieres comer.
-Y siempre está bien buscarse una ancla, alguna señal que te recuerde comer conscientemente.
Utiliza algún objeto que te ayuda a gestionar tu manera de comer. Ejemplo como un vaso, o una vela te indica que seas consciente de lo que comes.