1. Autocontrol
Para plantearte tus
propósitos de Año Nuevo debes asegurarte de tener mucho
autocontrol: saber que eres dueño de tu destino y la única persona
capaz (y responsable) de lograrlo.
2. Estrés fuera
Antes de plantear
tus propósitos de Año Nuevo piensa que no es una actividad que deba
llenarte de estrés y ansiedades. Se trata de una actividad bonita
para disfrutar de los días de Navidad y ponerle foco a tus metas.
3. Adiós emociones
negativas
No seas duro contigo
mismo. Plantea objetivos realistas y piensa en un plan a largo plazo
para cumplirlos. No pasa nada si hay momentos de debilidad. Todos los
tenemos. Culparte o llenarte de emociones negativas sólo servirá
para desmotivarte y alejarte de la meta.
4. Piensa en pequeño
Contrario a lo que
solemos decir de ¨piensa en grande¨, pensar en pequeño suele
resultar mejor. No se trata de conformarse o de no querer cosas
buenas para ti. Se trata de que a veces nos trazamos metas demasiado
grandes. Cuando no las cumplimos, solemos llenarnos de frustración y
emociones negativas que no nos hacen bien. Abraza las metas grandes y
posibles; pero dile adiós a las que son tan grandes que realmente
nos remiten al mundo de la fantasía.
5. Sé específico
Tener muchos
propósitos de Año Nuevo a la vez suele ser otro error común.
Vivimos en una sociedad en la que más es mejor. Pero cuando se trata
de metas, menos es la respuesta correcta. Menos ansiedad y mejor foco
si nos trazamos objetivos que podremos cumplir.
6. Constancia
Muchos de los
propósitos de Año Nuevo que nos trazamos son en realidad nuevos
hábitos que queremos incorporar. Para lograr construir un nuevo
hábito en tu vida, es necesario tomar decisiones conscientes a lo
largo del tiempo.
7. Sistema de
respaldo
Una meta dice qué
hacer pero no dice el cómo lograrlo. Es importante invertir tiempo
desarrollando el paso a paso para lograr lo que nos proponemos.
Necesitas tener una meta pero, también construir un sistema que te
ayude a ser constante para lograrla.
8. No lo pospongas
Es mala idea
comenzar el año sin foco y peor aún posponer las acciones que te
acercarán a tus objetivos.
9. Deja el miedo al
cambio
A veces nos
saboteamos por miedo al cambio. Fuera. Basta. Un nuevo año viene
cargado de cambios y pequeñas revoluciones. Todo cambia. No dejes de
hacerlo tú por miedo. Los seres humanos evolucionamos
constantemente.
10. Reflexiona sobre
el año anterior
Es el primer paso.
Reflexionar sobre el año anterior te da el suelo para construir los
nuevos propósitos. Te dice lo que queda pendiente y te permite
analizar el porqué no pudiste alcanzarlo. También te puede dar
subidón analizar todo lo bueno -propuesto o no- que haya pasado.
Esta es mi parte preferida. Amo analizar los años.
11. Empieza con un
solo propósito
Uno a la vez. Esto
no quiere decir que no puedas lograr más de un propósito por año,
esto sólo significa que debes centrarte en uno a la vez. La buena
noticia es que un solo hábito saludable de inicio, desencadena una
reacción en cadena. Si te trazas un propósito y ves que lo logras,
te sentirás más capacitado para seguir a por el siguiente.
12. Escríbelos en
un papel
Escribir hace que tu
meta deje de ser una idea o pensamiento invisible, lo que te ayuda a
visualizarlo concretamente y a tomar acción. Si no lo hiciste en el
Espíritu de la Navidad da igual, puedes retomarlo ahora o
desarrollar tu propio ritual para hacerlo. Desde lo más sencillo:
escribirlos en un papel normal. Hasta lo más elaborado: creando tu
propio mapa del tesoro. En otro artículo te contaremos muy pronto
cómo hacerlo.
13. Convierte tu
propósito en acción
Piensa en por dónde
vas a comenzar y pregúntate: ¿Qué acción fácil podría hacer
ahora mismo para empezar con mi propósito? A partir de allí puedes
trazar un plan.
14. Haz una lista de
lo que necesitas y otra de lo que quieres
Son cosas distintas
y a menudo conviene distinguir. Empieza haciendo una lista de todo lo
que necesitas. Luego haz otra lista de todo lo que quieres. Poco a
poco. Lo primero es antes.
15. Haz tus
propósitos sobre ti
No puedes proponerte
cambiar a otros o cambiar cosas que no dependen de ti. Otra cosa es
pedir deseos de Año Nuevo para el mundo, tu familia, etc.
16. Planea con
antelación
Para asegurarte el
éxito, antes necesitas investigar el cambio que vas a hacer para
organizarte y tener los recursos disponibles cuando los necesites.
17. Elige una fecha
para empezar
No es necesario que
empieces todos estos cambios a la vez el 1 de enero. Mira tu año y
elige en qué fecha comenzar, de acuerdo a cuando creas que puedas
tener los recursos disponibles para llevar a cabo tus planes.
18. ¡Ve a por ello!
Cuando llegue el
gran día, ve a por ello al 100%. Comprométete y escribe en un trozo
de papel o una tarjeta en blanco tu propósito y una frase motivadora
que te ayude a conseguirlo.
19. Acepta tus
fallos
Si un día te
despiertas más tarde, te saltas una clase de yoga, o no buscas la
información que necesitas para empezar tu negocio, no te culpes ni
te odies.
20. Date una
recompensa
Las pequeñas
recompensas son muy útiles para animarte a seguir cumpliendo con tus
propósitos en los primeros días difíciles.
Roscones de Reyes
21. Lee tus
propósitos frecuentemente
Cada día, en cuanto
te levantes, lee tus propósitos de año nuevo. Y cuando ese mismo
día te vayas a dormir, antes de entrar en tu cama ¡vuelve a
leerlos! Mantenlos presentes. No pierdas el foco.
22. Sepáralos por
áreas
A veces es mejor
separar tus propósitos por áreas: estudios, relaciones, salud,
dinero. Tenerlos más organizados te ayudará a trazar mejor los
planes.
23. Más y menos
Otra buena forma de
organizarlos es clasificándolos en las cosas que quieres hacer menos
y sacar de tu vida; y las cosas que quieres hacer más. Es visual.
Podrías pegarlo en algún sitio visible.
24. Mapas mentales
Otra buena forma de
visualizar y organizar tus propósitos es creando un diagrama. Yo
suelo comenzar de esta manera.
25. Mes a mes
Así como hemos
dicho que un paso a la vez, otra forma de organizarlo es trazarte un
propósito por mes. Esto te permitiría ir incorporando las nuevas
rutinas poco a poco.
26. En el bote
De cristal (o el que
tengas) puedes comenzar a meter tus propósitos de Año Nuevo. En la
imagen colocan agradecimientos cada semana. También puede ser una
manera de venirte arriba y recordarte al final del año todo lo bueno
que has logrado.
27. Un toque de
misticismo
No está demás.
Ponle toda la buena energía a tus propósitos, todo el año, y
cuando los prepares. Yo, por ejemplo, lo relaciono con el Año Nuevo
chino. Lo hice así una vez y me gustó mucho, así que he seguido
haciéndolo. Dibujo al que será el animal del año según este
horóscopo, con los colores de los que quiero llenar mi año. Y,
alrededor, agrego mis propósitos de Año Nuevo. Cada cual con si
ritual.
Puedes hacer algo
divertido, original, lo importante es que te
sientes un momento y te
des el espacio para reflexionar sobre lo
que has vivido. Y, sobre
todo, plantees metas para el año que
comienza. ¡Vamos a mantenernos
enfocados este 2019!