Es una sensación de
fatiga y debilidad generalizadas que aparece con la llegada del buen
tiempo. Discurre con síntomas muy diversos: tristeza, tono vital
bajo, falta de memoria, dolor de cabeza, trastornos del sueño y
alteraciones del apetito, entre otros. La medicina clásica no
reconoce este cuadro clínico y asegura que los síntomas que se
asocian a la astenia primaveral pueden deberse a otras enfermedades
que se manifiestan de forma subclínica y que, por tanto, el paciente
no sabe que las padece, como trastornos respiratorios y alergias.
La sobrecarga
laboral y una dieta desequilibrada también podrían estar detrás de
la también llamada depre primaveral. Por el contrario, sí existe
una evolución estacional en algunas afecciones psiquiátricas, como
los trastornos afectivos.
Astenia primaveral:
cico pasos para superar el cansancio y salir de la apatía.
Desayuno energético.
Un desayuno a base de alimentos con alto contenido energético puede
ayudar a combatir los síntomas propios de la astenia primaveral.
Se recomienda
consumir alimentos que aporten hidratos de carbono –como el pan o
los cereales–, proteínas –como los lácteos, fiambre de pavo o
huevos–, lípidos –como el aceite de oliva– y vitaminas y
minerales (procedentes de las frutas)
Jalea Real. Este
complemento nutricional aporta vitaminas A, B, C y E, minerales y
oligoelementos, aminoácidos y un ácido graso no saturado con
propiedades antibacterianas y antifúngicas. “Estimula las
defensas, aporta energía, reduce la sensación de fatiga, incrementa
la resistencia física y mental, además de otros muchos beneficios”,
Sol. Los expertos
aconsejan tomar el sol 10 minutos al día durante todo el año, a ser
posible a primera hora de la mañana, para cargarse de energía y
vitalidad.
Descanso. Se deben
seguir unos horarios fijos en cuanto al descanso para que el
organismo recupere el equilibrio. Dormir de 7 a 8 horas diarias ayuda
al organismo a adaptarse mejor al cambio. Y es aconsejable que pasen
unas tres horas desde la cena para irse a la cama, tener una
temperatura adecuada en la habitación –unos 18ºC– y procurar
acostarse siempre a la misma hora.
Ejercicio: Hay que
practicar ejercicio de forma moderada y regular para aumentar la
producción de endorfinas. Y realizar actividades placenteras para
vencer la desmotivación y elevar el estado anímico.