Carlos
Canal
Congelar
emociones
Carlos
Canal se dedica a la fotografía y a la medicina desde hace 30 años,
sendas que hace siete años empezaron a cruzarse. Ha trabajado con
enfermos de leucemia durante media vida y ahora trabaja con los usos
de la fotografía como terapia. Resultado de todo esto es el libro
Recuperar la luz, realizado junto con una paciente, y una serie de
talleres en los que se congelan las emociones para salir de la
oscuridad.
¿En
qué consistía la terapia? Me planteé hacer un trabajo para ver si
la fotografía como herramienta, como metalenguaje, podía servir de
algo en la práctica médica habitual. Lo realicé con diez
pacientes. Aparte del tratamiento estándar de la leucemia, decidí
tratarlos usando imágenes fotográficas como ventanas del
inconsciente que te permiten sacar cosas que tienes ahí guardadas.
¿Dónde
está la clave? Está en desarrollar los potenciales de creatividad.
Yo trabajo con fotografía pero hay otros campos artísticos eficaces
en la recuperación de pacientes de cualquier índole. Trato de darle
a las personas la posibilidad de que encuentren y desarrollen estos
potenciales y eso lleva a una autocuración. Uno, como ser humano,
tiene que vivir el proceso de la enfermedad como algo a lo que tiene
que enfrentarse para crecer y llegar a otro lugar, la vida es un
proceso dinámico, es como el agua que no acaba de llegar nunca a
ningún sitio y está siempre presente.
¿En
qué consiste el taller? Dentro de los usos de la fotografía como
una terapia he montado un taller en el que trabajo con tres
elementos. La luz, como manifestación de lo energético, el cuerpo
como contenedor, que te sirve para relacionarte con el mundo a través
de los sentidos, y con las emociones. La metáfora de las emociones
es el agua. Lo que hacemos es encontrar las emociones que nos
impiden estar bien, escribirlas en un papel e introducirlo,
transmitiendo esa emoción, en el agua, y la congelamos. Después se
fotografía el proceso de descongelación. Es muy curioso porque te
das cuenta cómo la rabia se congela diferente al amor o como,
curiosamente en el mismo día y a la misma hora, el mismo bloque de
hielo, dependiendo de la emoción que tenga, tarda un tiempo
determinado en descongelarse.
¿El
arte puede curar? Totalmente, la clave está en que la gente que está
en procesos creativos vive el presente de una manera directa. Vivir
el presente es algo tan simple y tan complicado que hace que cambie
toda nuestra información celular. A las células les encanta que
vivamos en el presente, porque de esa manera la mente deja ser la
privilegiada en la estructura y organización de nuestra vida. A al
mente no le interesa el presente, sólo el pasado, los recuerdos, las
emociones que hemos tenido, lo que hemos vivido…. Y el futuro, que
son los deseos, el apego, los proyectos…una serie de situaciones
que lo único que te generan es infelicidad, angustia, y producen
unos estados en los que no puedes ser feliz. La Arteterapia se basa
en que desarrolles desde tu propio conocimiento lo que te interesa
desarrollar, si tienes menos situaciones que te provocan sufrimiento
puedes vivir mejor.